La Vall de Boi es un bonito valle en el Pirineo de Lérida, delimitado por el Norte por la vall de Arán, por el Este el Pallars Jussà y Pallars Sobirà, y por el Oeste delimita con el valle de Barrabés y después se encuentra el valle de Benasque.
La Vall de Boi es un lugar con una naturaleza salvaje, lo que le caracteriza son sus numerosos lagos de origen glaciar y sus verticales montañas, siendo el Comaloformo (3.033 m) la montaña más alta, pero tiene muchas celebres montañas, como los Besiberris (3.030 m), Punta Alta (3.014 m), Pa de sucre (2.860 m) o el Gran Tuc de Colomers (2.933 m).
En la vall de Boi, ofrece multitud de posibilidades para hacer actividades de montaña, dependiendo de la estación del año, escalada en roca en el magnífico granito en Cavallers y ascensiones a crestas de alta montaña durante el verano, o escalada en hielo con vías de todas los niveles en Cavallers, ya que es una de las zonas del Pirineo con más cantidad y variedad de cascadas de hielo o rutas de esquí de montaña en alguno de sus solitarios valles durante el blanco invierno.
La Vall de Boi cuenta con dos entradas al Parque Nacional de Aigüestortes i Sant Maurici, por los valles de Cavallers y Sant Nicolau.
El patrimonio cultural con su conjunto de iglesias románicas del siglo XI y XII de la Vall de Boi es excepcional debido a la alta concentración en un espacio reducido y a su buena conservación original, sin modificaciones, debido a su aislamiento. El conjunto se compone de ocho iglesias y una ermita, repartidos por los diferentes pueblos, declarado Patrimonio Mundial de la Unesco.
También hay numerosa tradiciones antiguas que aún perduran en el tiempo, como las míticas bajadas de Fallas, que son descensos de antorchas por la noche, durante las fiestas de verano de cada pueblo. Actualmente está reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Immaterial con el nombre de La fiesta del fuego en los Pirineos.
La estación de esquí de Boi-Taüll y el balneario de Caldes de Boi, complementan la oferta turística del valle.